domingo, 7 de octubre de 2012

De mi viaje a Salta



Del viaje a Salta me llevé un montón de experiencias nuevas.
Siento que en estos ocho días se me llenaron los ojos de belleza extraordinaria. Los paisajes que vimos son realmente sorprendentes. Especialmente me gusto la ruta de Cafayate a la ciudad de Salta, tan extraña y cambiante en cada curva. Pero todo es bello e inasible. Mientras viajabamos las curvas y las grietas se me aparecían como enormes mujeres, sensuales, abiertas. Las quebradas atentas, filosas y viriles. Todos los viajes en ruta, ripio, precipicio, me recordaron la inmensidad y lo pequeño…

La gente de Salta me gusto mucho, emana alegría desde su piel curtida por la sequedad y el sol. Todos disfrutamos de su generosidad y su afecto, fue muy lindo.
No deje de percibir cierta distancia en los hombres, me pregunte como es ser mujer en Salta, como es ser madre....

Mis hijos potrearon a lo loco y experimentaron algo que acá en la ciudad esta totalmente perdido: la convivencia con animales. Casi todas las familias conviven con animales, y estos son una parte importante de las rutinas diarias, cabras, caballos, llamas, perros y gatos conviven con los humanos, algo que nos resulta completamente ajeno en el cotidiano de la ciudad.
Lo curioso del viaje (y no tan curioso claro) fue que me invitaron a dar un taller de porteo en Salta Capital. Era la primera vez que daba una taller fuera de mi ciudad y de mi mundo conocido.
Yo, nieta de alemanes enseñando porteo en el norte, en la pre cordillera, donde el porteo fue una practica ancestral, seguramente hasta hace muy poco…
Esto me llevo a reflexionar sobre muchas cosas: como la cultura occidental masiva devora costumbres que han sido de mucha ayuda a la crianza y a la cultura femenina. Y también, como la vuelta, el retorno a estas practicas puede ser mejorada con buena información y con una poco mas de recursos. 
En el uso del porteo por ejemplo. Los portabebes ahora son mas confortables, las mujeres que porteamos vamos mas erguidas, somos otras mujeres (quisiera poder afirmar que somos menos sumisas), estamos mas comodas y sabemos otras cosas, cosas que esta bueno saber en funcion de los bebes.

La Marea donde compartimos el taller de porteo es un lugar lindisimo en Salta Capital, alla conocí a las mamas con sus bebes que vinieron a participar del taller y a las dos Doulas Fabiana Garrido y Bibiana Marton que son pioneras en la ciudad, ejerciendo este rol que también ha existido siempre entre las mujeres y se perdió, quizás por los cambios que sufrieron las familias, como la inserción laboral de las mujeres, las familias desdobladas acopladas múltiples, y la mayor expectativa de vida con abuelas/tías que ya no atienden y aconsejan a las embarazados y nieta@s de la familia, porque tienen una vida activa y participativa en la comunidad. Estas Doulas que ya nos son las tías, ni las abuelas, vuelven a ocupar ese espacio perdido de mujeres que dan apoyo, cariño y contención. Son (somos) mujeres que nos hemos formado para acompañar con buena información y respeto a mujeres gestantes, en el embarazo parto, amamantamiento y post parto. 
Cuando le pregunte a Bibiana porque le habían puesto "La Marea" a su espacio, justamente en una tierra donde casi no hay agua me contesto así: " le pusimos La Marea porque si bien estamos lejos del mar, La Marea remite al agua, a los cambios, a lo femenino y al misterio. Las mareas se rigen por la luna y los ciclos femeninos tambien. La marea se lleva y deja... por todo eso el nombre. Que puedo decir, me encanta!



El taller

En los talleres me gusta hacer hincapié en las muchas telas que se pueden usar como porta bebe. Cuando somos porteadoras, podemos improvisar porque hemos desarrollado ese recurso. Muchas veces he porteado con pañuelos y bufandas anchas de telar, mi segundo hijo siempre fue muy grande y mimoso, portarlo era una buena manera de llevarlo a upa y cobijarlo sin agotar la fuerza de mis brazos y de mi espalda.
También insisto en que si les regalan un porta bebe que no les resulta en la primer etapa del bebe, no lo descarten, esperen. Muchas veces ese mismo porta bebe con anillas al que no le encontramos la vuelta cuando nuestro hijo tiene 10 días, nos sirve cuando tiene ocho meses, ya se sienta y esta erguido. Los bebes cambian mucho en el primer año, es bueno tener opciones de porteo, hay muchas etapas para atravesar. Aquellos bebes que fueron porteados desde muy chiquitos, disfrutan, aun después de los dos años, que los llevemos en alguna tela.
Portear puede ser muy placentero para todos, siempre y cuando usemos porta bebes ergonómicos!

Me quedo llena, porque se están gestando cambios, acá y allá. 

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